lunes, octubre 11, 2004

Feliz Encuentro


Hoy, al parecer, ha sido un buen día; por lo menos uno de mis amigos ya está mucho más contento y menos presionado por algo que traía arrastrando… yo, mientras tanto, tuve un examen y aparentemente me fue bien pero en esta escuela nunca sabes.
Mi celular fue cancelado un par de horas y tuve que llamar para pelearme (ya sabrás; clásica respuesta de: “yo no le puedo ayudar joven”, o “hable más tarde”, etc.) Jugué mucho dominó con otro amigo que se hace llamar Ras y también me dijeron que nos habían subido 3 puntos en el examen de Matemáticas del viernes pasado, lo cual me llenó de gusto y me alegro un poco el día. Haz de preguntarte: “¡¿QUÉ?! ¡¿UN POCO?!” Pues sí, ¿qué no siempre se quiere más? Aparte 3 puntos extra en mate no son suficientes para llenar muchos vacíos en los seres humanos, ¿no? Bueno, supongo que muchos serían felices con eso, pero yo no… al menos no del todo. Siempre, siempre quiero más. Me pregunto si algún día me sentiré completamente satisfecho… como sea es uno de mis deseos mas profundos. Y ¿de quién no, no crees?
Por cierto esta clase (sí, escribí esta parte en clase) está un poco de flojera, y a pesar de que tengo dos chicas guapas a mis lados decidí escribir un poco pues una de ellas me da un poco de flojera y a la otra ya la molesté mucho hoy. Digo, no por mis crisis o mi aburrimiento me voy a permitir perturbar a la gente; hay que ser un poco decentes, ¿no?... finalmente soy kantiano (generalmente) y ya sabes lo que dice el imperativo categórico…
Después de mi clase acompañé a una amiga a nuestra renovada y hermosa Biblioteca pero sólo la dejé ahí y me fui. Sin embargo, hubo algo curioso: casi toda la clase se la pasó quejándose que no había comido en todo el día pero justo cuando llegamos a la biblioteca me dijo que aunque tenía muchísima hambre no iba a comer porque tenía que acabar un trabajo que debía entregar el día siguiente. Entonces se me ocurrió ir a la cafetería a comprarle algo de comer, aún cuando me desviara de mi feliz camino pues tenía que ir al gym. Ya sabes, hay que ser buena onda de vez en cuando y tratar de hacer algo positivo alguna que otra ocasión (finalmente eso es lo que quiero, ¿no? “hacer algo bueno en mi vida).
Entonces cuando emprendía mi camino hacia la “café” para hacer mi obra buena del día –aún cuando ese día y casi toda la semana pasada habían sido horribles para mí- ocurrió algo mágico… Mágico de verdad… ¿No te has puesto a pensar en cuán prometedora puede ser la desesperanza?© ¿no te ha pasado que justo cuando crees que casi todo está perdido sucede algo que le brinda nuevos alientos a tu alma? Pues justo eso me pasó a mí… Fue como si hubiera existido ese día sólo [única y exclusivamente] para ese preciso momento. Como si todo hubiese estado completamente organizado para que ese momento pasara. Fue como sincrónico, casi melodioso, quasi celestial, casi perfecto… como si estuviera escrito.
¿Crees que existe el destino? A mí me parece que sí y ocasiones como esa (conocer a una persona tan "freakie" como yo) me hacen confirmar mi creencia. Como quiera que sea, puedes compartir mis creencias o estar completamente en desacuerdo.
Hasta nuevas líneas…